De cuando los Papas descubrieron el pistache

Año 1565. En las cocinas del Vaticano, los chefs del Papa Pío V se enfrentaban a un dilema: cómo crear un postre digno de Su Santidad que combinara lujo, sabor y propiedades medicinales. La solución llegó desde Sicilia en forma de pequeños frutos verde esmeralda: pistachos de Bronte, cultivados en las laderas del Etna. Así nació el primer gelato al pistacchio, un helado tan exquisito que se convirtió en manjar papal y hoy es uno de los sabores más icónicos de Italia.

Sabías que... sólo los agricultores de Bronte podían cultivar pistaches. Quiénes robaban semillas eran excomulgados

Los pistachos de Bronte, en Catania, crecen en un microclima único: el suelo volcánico del Etna les da un sabor más intenso y dulce que cualquier otra variedad. Cuando Pío V los probó por primera vez, quedó tan impresionado que declaró: "Es el fruto que Dios pintó con los colores del Paraíso". Los médicos de la corte papal recomendaban este helado para:

• Aliviar el estrés (los pistachos contienen magnesio)

• Mejorar la digestión (gracias a sus aceites naturales)

• Fortalecer el corazón (siglos después, la ciencia confirmaría sus beneficios cardiovasculares)

Sabías que... en 1571, Pío V sirvió el postre durante las negociaciones con el emperador Carlos V para unir fuerzas contra los otomanos

Los archivos vaticanos revelan que el helado papal se preparaba con:

1. Leche de almendras (la leche animal estaba prohibida en Cuaresma)

2. Miel de Sicilia (el azúcar era un lujo reservado para banquetes)

3. Especias árabes (canela y agua de rosas, legado de la dominación musulmana)

4. Nieve del Etna (transportada en bloques envueltos en paja)

El resultado era una crema fría de color verde pálido, servida en copas de cristal de Murano con hojitas de oro.

Sabías que... la fórmula original desapareció cuando las tropas napoleónicas saquearon el Vaticano en 1798

Hoy, el gelato al pistacchio es un símbolo de la alta heladería italiana. Maestros como Gianni Alemanno (Roma) o Corrado Radice (Milán) guardan versiones secretas de la receta papal. En Bronte, cada agosto se celebra el "Sagra del Pistacchio", donde se sirve en conos decorados con polvo de oro, como en el siglo XVI.

Como escribió el chef Massimo Bottura: "Cuando pruebas un pistacchio de Bronte, estás comiendo lava solidificada, historia y un poco de divinidad". Un legado que comenzó con un papa, un volcán y un helado que conquistó al mundo.