El Parmigiano-Reggiano: el queso milenario con pasaporte
- Juan Jesus Jiménez
- 14 ene
- 2 Min. de lectura
En el corazón de Italia, donde las colinas verdes parecen no tener fin y el aire está impregnado de historia, se encuentra el hogar del Parmigiano-Reggiano, un queso cuya historia y autenticidad están protegidas por un "pasaporte". Este no es un queso cualquiera; es el "Rey de los Quesos", un título que ha mantenido durante más de 900 años.

Un pasado que habla de tradición
El Parmigiano-Reggiano nació en la Edad Media, cuando los monjes benedictinos y cistercienses de Emilia-Romaña buscaban una forma de crear un queso que pudiera conservarse durante mucho tiempo.

Su fórmula secreta combinaba leche fresca de vaca, cuajo y sal, transformándolos en las ruedas de queso duro que conocemos hoy.

Pero lo que hace único al Parmigiano-Reggiano no es solo su sabor rico y complejo, sino también su sistema de trazabilidad. Cada rueda de Parmigiano lleva un código estampado en su corteza, como un pasaporte culinario. Este código permite rastrear su origen exacto, la fecha de producción y el productor, garantizando su autenticidad y calidad.

El Parmigiano-Reggiano no es solo un alimento, es una experiencia. Cada grano que se deshace en tu boca cuenta una historia de tradición, esfuerzo y pasión. Su "pasaporte" no es solo un código; es una garantía de que estás probando algo genuinamente italiano.

Así que, la próxima vez que lo degustes, recuerda: estás saboreando un legado de siglos. Desde las colinas de Emilia-Romaña hasta tu plato, el Parmigiano-Reggiano es mucho más que un queso; es un tesoro culinario.



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